Dios Luna, en Mesopotamia. Divinidad originaria y señor de Ur, tenía además un templo célebre en Haram. Se le consideraba hijo de Enlil, esposo de Ningal y padre de Samas. Como todos los dioses lunares, su animal sagrado era el toro. Se le invocaba como «fruto que se renueva a si mismo». Era benevolente y amable y patrono de la sabiduría, a la que aludía su nombre sumerio En-zu (señor de la sabiduría) y Nama o Mannanu (iluminador). Le correspondía el treinta como número sagrado.
bibliografia diccionario enciclopédico Salvat Universal 15º ed 1981