Los Diez Reyes de los Difuntos

por | 4 septiembre 2024

En la mitología japonesa, reyes que juzgaban el karma de los difuntos. Protectores asimismo del budismo. 

Para entender bien el trabajo de estos reyes, vamos a explicar en que consisten las Siete Esferas o Mundos de la Existencia Condicionada, dentro del budismo y que está relacionada con ellos.

Todos los seres, según el budismo, nacen en seis esferas o estados de existencia, que son el ciclo de la vida y la muerte, donde nacen, mueren y renacen otra vez, hasta que pueden despegarse del deseo y alcanzar la iluminación. Mientras esto no ocurra, todos los seres que nacen en las seis esferas, cuando renacen lo hacen en una esfera más cercana a la iluminación o más alejada de ella según el karma, que a través de sus actos nos acerca o nos aleja de ella. Los reinos o esferas de la existencia más bajos o más alejados de la iluminación, son llamados los Tres Caminos, que conducen al Error y los más elevados o  cercanos se llaman Los Tres Caminos que conducen al Verdadero Dharma.

Las Seis Esferas son

JIGOKU-DO. 

Camino de los Seres Demoníacos, que se caracteriza por la tortura y la agresión.

GAKI-DO

 Camino de los Espectros Hambrientos, son seres con gran ansia de comer.

SHIKUSHO-DO

Camino de los Animales. Reino animal y de los seres orgánicos.

ASHURA-DO

Camino de las Semi-Deidades.  Como los seres humanos, son la mitad buenos y la otra mitad malvados,  Están en constante guerra.

NIN-DO

Camino de los Seres Humanos. La iluminación es posible para ellos, pero están consumidos por el deseo.

TEN-DO

Camino de las Deidades Celestiales. Muchos de estos seres viven en el esplendor, el bienestar y el deleite, pero al ser una esfera de Existencia Condicionada, también pertenecen al reino del sufrimiento, que sus poderes y posibilidades le ciegan de él y le llenan de orgullo, hasta que envejecen y mueren para volver a renacer. Como su placer es mejor, también lo es su miseria.

Todo ser que tenga un buen karma va a la esfera de las Deidades Celestiales, al contrario del que tenga un mal karma, que irá a la Esfera de los Seres Demoniacos. En los que el karma resulta confuso, pasan por sucesivos juicios, dirigidos por los Diez Reyes, en los que sus actos, mientras vivían son determinantes y clasificados. Los procesados son defendidos delante de los Reyes por el Bodhisattava Jizo, que ademas trabaja para mitigar su karma y hacerlo más favorable. Jizo es un dios defensor de las almas, argumentando en favor de ellas, para que el castigo sea mas leve. Protege especialmente a las embarazadas y a los niños

Los nombres de los Reyes y las fechas en que realizan los juicios son:

JINKO-O.  El primer juicio lo realiza a los 7 días después del funeral.

SHOKO-O. El segundo  juicio lo realiza a los 14 días después del funeral.

SOTEI-O. A los 21 días 

GOXAN-O. A los 28 días

EMMA-O. A los 35 días

HENJO-O. A los 42 días

TAIZA-O. A los 49 días

BYODO-O. A los 108 días

ROSHI-O. Al año

GOTOTENRIN. A los dos años

En sus juicios están acompañados y ayudados por dos deidades: Shimei-Ten  que lleva el historial de nuestros buenos actos y de Shisei-Ten, que lo lleva de nuestros errores, así como de otros sirvientes demoniacos, los jefes de lo cuales son Gozu y  Mezu

EMMA-O

Deidad perteneciente los Diez Reyes de los Difuntos. Ella juzga el karma de los difuntos, mientras su hermana juzga el de las mujeres. Es la protectora del Dharma de Buda. Es el dios de inframundo y se encarga de registar los pecados y decretar los castigos.

Vive en un castillo de plata y oro, cuyas paredes están cubiertas de joyas y perlas. Ademas de protegerlo los demonios y unos hombres con cabeza de caballo, cuenta con 18 generales y sus soldados.

Cuando juzga los pecados se sienta en un trono situado en dos cabezas y un espejeo que muestra los pecados del muerto. En su reino se encuentran 8 secciones congeladas y 8 secciones de fuego, y depende los pecados cometidos, los envía a una sección o a otra.

El castigo para loa asesinos, era sumergirlos en un caldero  lleno de metal fundido. Solo se  podían liberar de ello, si habían peregrinado a los 33 santuarios de la diosa de la misericordia, Kwannon.

Se le representa con una expresión feroz, viste una túnica de los antiguos funcionarios de la dinastía  Tang, una gorra de juez chino y lleva su mazo de cargo. Mantiene un gran rollo, en el que registra todas las buenas y malas acciones. Supervisa la tortura y el sufrimiento del infierno, asegurándose de que cada alma reciba su justo castigo.

En algunos casos, el dios se muestra benigno e incluso devuelve a la vida a algunos muertos, para que puedan vivir virtuosamente. En este caso toma la forma de Jizu Bosatsu, el guardián del inframundo, dios de los viajeros y protector de los niños. Se convierte en una deidad cálida y compasiva