En la mitología turca-mongolica, es el señor de lo muertos y del inframundo.
Tiene varias representaciones: como un monstruo, con cara y dientes de cerdo y cuerpo humano; como un hombre viejo, de cuerpo bien formado y ojos, cejas y bigotes negros; como un oso totémico; con cabeza de toro y cabalgando sobre ellos; con cabeza de búfalo; con cabeza cornuda, rodeada de llamas; con dos cabezas y cuatro manos, un collar de cráneos, un cetro de calavera en la mano derecha y un espada en la mano izquierda.
Para aplacarlo se le sacrificaban animales de color negro, de no hacerlo, esclaviza a las almas de los cadáveres.
Erlik, aparece como el primer ser de la humanidad, creado por Tengri o Ulgen, que quiso igualarse al supremo dios creador y hacer su propia tierra. Como castigo a esta altivez, fue desterrado a a la novena capa del la Tierra,la cual se convirtió en el inframundo, que gobierna.
Según el mito, de las desgracias y miserias traídas por Erlik, surgieron espíritus malignos, que son sus hijos. Ayudan a su padre atormentando a los vivos y a los muertos condenados e incitan al mal en la medida de los imposible. Sus hijas intentan cambiar las opiniones de los chamanes.
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