Vainaamoinen

por | 23 marzo 2018

Principal héroe finés, quien creó el fuego terrestre y el fuego celeste. Es hijo de la diosa Luonnotar que permaneció en el vientre de su madre al menos treinta años. Es un hombre sensible y vigoroso que mostraba la sabiduría que dan los años. Poseía extraordinarios poderes mágicos. Era un cantor de potente voz y profundo verso.

El dios Sampsa le enseñó como cultivar el suelo con semillas, aunque a Vainaamoinen no le pareció perfecto lo que creció en su isla. Así que cuatro vírgenes salieron del mar, cortaron y quemaron toda la vegetación hasta convertirla en cenizas. Una encina empezó a crecer, apoderándose de la tierra y del aire. Vainaamoinen le pidió a su madre que le ayudara a tumbar la encina. Entonces  apareció un diminuto ser que creció como la encina; con un hoja de hierro formó una hacha y con ella derribó de tres golpes a la encina. Había probado cual era la fuerza y el poder de la magia y había dejado espacio para que la vegetación recibiera la luz del sol.  Vainaamoinen también se construyó una  hacha y derribó todos los árboles que  habían crecido, excepto el abedul, sobre el cual se posaron los pájaros del cielo.

Fue desventurado en el amor. Busca esposa entre las mujeres de Pohhja, se le promete una de las hijas de Louhi, con la condición de fabricar un talismán: el Sampo, tarea que le confía a su compañero, que es herrero, Ilmarinen. La joven es asesinada y el talismán robado. Vainaamoinen acompañado de Ilmarinen y de Leminkainen parten en busca del Sampo y después de diversas aventuras los recuperan. Louhi, que también lo quiere, provoca una gran tempestad y convertida en grifo, se abate sobre su navío. La rapidez de Vainaamoinen salva a su compañeros pero el Sampo es llevado por el viento y se destruye. Vainaamoinen junta los restos y logra devolver al talismán a su poder original.  Terminada su misión, Vainaamoinen. construyó un navío y partió a un  viaje eterno.

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