Dios hitita de la agricultura y la fertilidad. Hijo de Tesub e hijo del tiempo atmosférico. A causa de su mal genio y de que no aguantaba a nadie, un buen día decidió desaparecer. En su ausencia se destruye la naturaleza y la sociedad; el trigo y la cebada no crecen, bueyes, ovejas y seres humanos no pueden concebir, las hembras embarazadas no pueden dar a luz, los manantiales se secan e incluso los dioses pasan hambre.
Las divinidades desesperadas y especialmente la del tiempo atmosférico, van en su busca, pero no logran encontrarlo. La diosa madre envió a una abeja en su busca. Lo encontró dormido y lo despertó con una picadura.
Un águila lo trajo de regreso a casa y a su regreso la producción de los campos volvió a incrementarse y toda la naturaleza y la sociedad volvió a la normalidad.
mieladictos.com