Dios del viento y del clima. Intentó derrotar al dragón Ylluyankes con rayos y truenos, solicitando la ayuda a la diosa Inaras y a su amante Hupasiyas.
Después de algunos intentos frustrados, Taru, empapó al dragón con agua de lluvia para que se ahogara, pero el agua se evaporó, formando nubes; también intentó quemarlo con rayos de sol, pero la sombra del animal absorbió la luz. Furioso, el dragón, comenzó a arrasar aldeas y matar a sus habitantes y a su paso dejó una gran descendencia de dragones en cráteres y volcanes.
Tiempo después. Ylluyankes y sus dragones, rodearon el palacio de la diosa Inaras, ésta les dio la bienvenida y los atendió hospitalariamente, los alimentó hasta que se quedaron dormidos e hinchados de tanto comer. La diosa aprovechó este momento y llamó a los aldeanos, quienes amarraron a las bestias con sogas y los abandonaron a la intemperie del sol, donde murieron quemados
Se le empareja con la diosa sola Arinnti.
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