Célebre profetisa, capaz de conocer y descifrar el futuro, mediante los oráculos inspirados por el dios Apolo.
Algunas tradiciones señalan que era hija de Neso y Dardano, otras, afirman que era hija de Zeus y Lamia. Su nombre, Sibila, fue extendido a todas las mujeres que se dedicaban al arte de la profecía.
Vivían en grutas o cerca de las corrientes de agua, Sus profecías eran manifestadas bajo la forma de hexámetros griegos, por lo que eran transmitidas por escrito. Eran expresadas cuando la Sibila, entraba en un estado de trance
Hay constancia de una Sibila, Herofila, que anunció la Guerra de Troya. Mas tarde fueron apareciendo otras, llegando su número hasta diez:
Sibila de Samos – Sibila Herofila de Troya – Sibila del Helesponto – Sibila frigia – Sibila cimeria – Sibila delfica – Sibila de Cumas (la más importante en Roma) – Sibila libia – Sibila triburtina – Sibila babilónica o pérsica.
SIBILA DE CUMAS
Como todas era profetisa del dios Apolo. Su gruta se encontraba en las faldas de un monte, ubicado al noroeste de la bahía de Nápoles. Para consultar a la Sibila, se debía acudir a la gruta, atravesar su galería de 107 mts, que estaba flanqueada por otras 12, más cortas. Al final se encontraba un vestíbulo, donde el visitante debía esperar que le comunicasen el veredicto de la Sibila. Ésta transmitía su oráculo a través de las aberturas laterales, mediante voces distintas.
En la época imperial, la Sibila calló para siempre, aunque su prestigio y su fama, se conservaron intactos. Cuando algún peligro amenazaba a la República o al Imperio, los magistrados romanos intentaban conocer los designios divinos, antes de tomar cualquier decisión, Recurrían a diversos métodos. Pero a veces lo dioses se quedaban mudos o su mensaje era ininteligible; entonces recurrían a consultar los libros sibilinos, que eran una recopilación de los oráculos y que según la leyenda los había realizado la Sibila de Cumas.
La leyenda cuenta que esta Sibila, había nacido en Eritras. El dios Apolo, se enamoró de ella y le prometió concederle el deseo que le pidiera. Su deseo fue que le concediera vivir tantos años, como granos de arenas pudiera contener en su mano. Apolo se lo concedió con una condición: que nunca regresara a Eritras. Vivió mas de 900 años, exilada en Cumas, hasta que por equivocaron llegó a sus manos una carta, procedente de Eritras. La Sibila murió la ver el sello de su patria en el trozo de papel.
Otra leyenda cuenta que cuando la Sibila le pidió a Apolo el deseo de la longevidad, se olvidó de pedir el de la eterna juventud. El dios se la ofreció a cambio de su virginidad, pero ella rehusó. Poco a poco fue envejeciendo y haciéndose más pequeña, hasta que quedó convertida en un ser tan diminuto que parecía una cigarra. La metieron en una jaula y la colgaron en el templo de Apolo. Allí era la burla de los niños, que se acercaban y le preguntaban que era lo que quería y ella les respondía que solo quería morir.
La tradición nos habla de la llegada de los libros sibilinos a Roma. Cuando era joven la Sibila de Cumas, ofreció al rey Tarquino el soberbio, que ostentaba el poder en Roma, nueve libros que contenían sus predicciones. Tarquino se negó con la esperanza de que la Sibila rebajara la compensación económica que pedía por ellos. En lugar de ello. Ésta quemó tres de los libros y le ofreció los seis restante por el mismo precio. Tarquino volvió a rechazar la oferta y ella quemó tres libros más. Al final Tarquino accedió a comprar los tres últimos libros.
Se guardaron en un cofre de piedra en el templo de Júpiter, custodiado por 10 miembros del colegio sacerdotal, llamados los “decemuiri” y mas tarde por 15, llamados los “quidecimuiri”, que eran elegidos entre personajes públicos. Eran los únicos que podían leer e interpretar las predicciones, éstas hacían referencia a rituales, sacrificios y ceremonias que Roma debía realizar para congraciarse con sus dioses. Un incendio destruyó el templo de Júpiter, se quemaron los libros que fueron sustituidos por una recopilación de oráculos procedentes de distintas fuentes. Estos oráculos quedaron recogidos en 9 libros que se depositaron en dos cofres de oro en el templo de Apolo en el Palantino.
La más celebre helénica era de Eritras. Una tradición nos cuenta que esta Sibila era la misma que la de Cumas. Se cuenta de ella que era hija de una ninfa y Teodoro, nació en una gruta del monte córico. Siendo muy joven, sus padres, la consagraron, en contra de su voluntad, al templo de Apolo. Vaticinó que sería muerta por una flecha de su dios.Vivió, según dicen la leyendas, 9 vidas humanas de 110 años cada una.
Esta Sibila tan pronto era llamada Amaltea, Demofilia o Herifila. Se nombra otra Sibila de Samos de menor renombre, llamada Fito
HEROFILA
Hija de una ninfa y un mortal. Nació en Troya, antes de la Guerra, aunque pasó parte de su vida en Samos, también estuvo en Claro, Delos y Delfos
Predijo que Troya sería arrasada por culpa de una de Esparta, Helena. Compuso un himno all dios Apolo, en el cual se llamaba esposa legítima del dios o su hija. Para dar a conocer sus profecías, se subáis en una piedra, que llevaba siempre consigo. Murió en Troya.