Hijo de Gea (la Tierra), ella sola lo engendró y trajo al mundo y es hermano de Urano. Forma parte de las cuatro divinidades primordiales, considerado dios del mar, gigantesca criatura que reina sobre los abismos. Divinidad de las inmensidades del agua. Antiguo dios preolímpico personificación del mar. Sin embargo pasaría a un segundo plano, con el ascenso de los dioses olímpicos y la representación del mar como dominio de Poseidón.
De los aspectos peligrosos del mar, se encargaban Forcis y Ceto (esposos y hermanos). Procreó a los peces y a otras criaturas marinas, a una raza híbrida de seres terribles que fueron destruidos por los dioses, después de que se convirtiera en malvados hechiceros.
Fue encerrado y sellado originalmente en una tumba de Egipto (cerca de la presa de Assuan). Después de su liberación, accidental, empezó a revivir todo tipo de monstruos. Aparece como un oculto traicionero y aliado con los Titanes, conspiró con generaciones antiguas y el espíritu de Cronos, para permitir su regreso.
Pontos, tenía el poder suficiente para liberar a los Titanes de los sellos de Zeus. Orienta a Cronos y ayuda a sus servidores en su guerra, les hace creer que está de su lado, pero nadie conoce sus verdaderas intenciones, que mantiene ocultas en la sombra. Èl no interviene en los hechos referentes a los Titanes y a su guerra, sino que a través de su caldero, que puede utilizar tanto para ver el presente e incluso el futuro, ve los sucesos y sutilmente dirige los acontecimientos hasta conseguir su meta. Después de un tiempo traiciona a los Titanes; su objetivo no era ayudarlos, sino utilizar sus vidas para devolver a su mundo a Gea y provocar una destrucción que le permita recuperar el Dunamir, el poder para su madre Gea.
Fue padre con Gea de los ancianos del mar (Nereo y Taumante) y con las diosas Euribia y Talasa, padre de Los Telquines (monstruos marinos) y padre de los peces y otras vidas marinas
También se la atribuye la paternidad de Brianeo, Acteo, Megalessio, Ormero y Lico