Límite formal y religioso que delimitaba el territorio de la ciudad de Roma. Consiste en una franja situada en las inmediaciones de los muros de la ciudad, que a causa de su expansión fue alejado varias veces a lo largo de su historia. Estaba marcado por una serie de mojones limítrofes Estaba establecido por los augures.
Era una especie de avenida sagrada, situada a ambos lados del surco primordial, que libró de las profundidades del suelo, los poderes subterráneos y que trazaba en torno de la Urb un círculo mágico, que la separaba del resto del mundo
En este lugar no se podía vivir, labrar, fabricar, no se podía usar como lugar de enterramiento y el ejército no podía entrar en él, salvo en las celebraciones de un triunfo.
Solo eran válidos los presagios enviados por los doses, si los actos debían ser ejecutados en la ciudad, distinción que determinó para el derecho constitucional, consecuencias muy importantes y permitió establecer una demarcación entre el poder cicil y el poder militar. La autoridad procónsul cesaba una vez se atravesaba.