Gigante de un solo ojo, que vive en una gran choza, en el punto donde termina el cielo. Se dice que las estrella fugaces son Papinjuwarim que acechan cruzando el cielo, con un palo ardiendo en una mano y en la otra llevan un palo de lucha. Se alimenta de los cuerpos de los muertos y de la sangre de los enfermos. A estos últimos, los localizan a través del olor y les chupan la sangre, sin dejar herida y sin ser vistos, ya que se vuelven invisibles. A medida que la persona se debilita, el Papinjuwari, se vuelve sumamente pequeño, para entrar en el cuerpo de la víctima por su boca y se bebe la sangre desde su interior.
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