Pertenecen a la mitología asturiana aunque algunos creen que pertenecen a la de Cantabria.
Son simpáticos seres marinos de la costa cántabra. Les encanta jugar con la espuma de las crestas de las olas o revolotear sobre las estelas de los barcos. Son unos hombrecitos parecidos a niños regordetes y pequeñitos, vestidos con una túnica del color de las algas y con caracolas. Se dice que este personaje mitológico es la espuma que forma la marea cuando ésta se aleja de la playa.
Espumeros morenos: Poseen unos ojos tan brillantes, que cuando la niebla oculta toda la luz, se colocan delante de un barco y como si fuera un faro lo van orientado y guiando hasta llegar a un lugar seguro.
Espumeros rubios: son muy guapos. Son los encargados de llevar a los marineros ausentes, noticias de sus familiares
Viven en la costa, en las grietas de los acantilados y grietas marinas. Tienen miedo de las corrientes y por ello no se alejan mucho de la costa. A veces se internan tierra adentro para recoger flores con las que hacen collares a las sirenas. Estas, a cambio, les regalan caracolas. Cada espumero posee al menos una caracola, gracias a las cuales, ayudan a los pescadores y campesinos, avisándoles cuando se va a producir una tormenta. Para ello hacen sonar al unísono todas la caracolas y su estruendo anuncia a los pescadores que han de volver a puerto.
Cuando los agricultores se preocupan porque por la falta de lluvia sus sembrados se agostan sin remedio, los espumeros llenan sus caracolas de agua dulce, y sobrevuelan los campos, cuando hay sequía, regándolos.
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