Caos

por | 10 mayo 2014

Dios primordial y el origen de  todo lo primero que existió. Descrito como un enorme vacío, una masa sin forma ni orden, que  está en continuo movimiento pero que no se  mueve.

Algunas mitologías cuentan que apareció el dios del  amor, Eros, y el poder de este amor fue el inicio de todo, uniendo, ensamblando, articulando, combinando, puliendo y organizando. Con su poder comenzó a dar vida. Atraído por Eros, apareció el dios de las tinieblas Erebo  y  en el  mundo solo había  oscuridad.  De Eros, nació Nix, la diosa de la noche que junto con Erebo dieron lugar a Eter, la luz celestial. De la unión de Erebo y Eter, nacieron el día y la noche. Hemera (hermana de Nix) era la luz terrestre, que representaba el día,  al final de la jornada Nix, arrastraba la oscuridad hacia los cielos y posteriormente Hemera daba comienzo al nuevo día.

Cuando la oscuridad y la luz estaban organizadas, Gea, diosa de la tierra, se replegó sobre si misma y mientras dormía plácidamente, comenzó a procrear sola y dio a luz a Urano, dios del cielo. Éste desde el cielo derramó una lluvia que dio origen a las hierbas, plantas, animales, ríos y lagos. Todos ellos eran dioses, llamados Titanes y Titánides, que gobernaron la tierra, hasta la llegada de los dioses de la mitología griega.

Los Titanes eran doce, liderados por Cronos, el dios del tiempo. Derrocó a Urano y se unió a su hermana Rea. Procrearon a la diosa Hera, al dios Hades, que reina en el infierno, al dios Poseidón, rey de los océanos y a Zeus.

Cronos, igual que su padre, iba devorando a sus hijos a mediada que nacían, para que ninguno lo pudiera derrocar en el trono, pero Rea,  quiso proteger al menor de sus hijos, Zeus, engañando a Cronos. Zeus, una vez adulto, se enfrentó su padre y lo derrocó, proclamándose dios de los dioses.

Victorioso y aclamado, elige su morada en la montaña más alta, el monte Olimpo, desde allí observaba sus dominios, en compañía de los demás dioses.

Así se inició el mundo, donde el dios Caos, desempeñó un papel protagonista