Genios de los bosques en la mitología asturiana. Se le representa con el cuerpo cubierto de vello y posee dos cuernos sobre su cabeza, sus patas terminan en pezuñas. Se le considera señor de los animales y los árboles. Aborrece a los leñadores y cazadores ya que diezman lo que él proteje. Si alguna persona se pierde en el bosque, él le acompaña hasta la salida. En su aspecto negativo persigue a las mujeres para satisfacer sus necesidades sexuales.
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