Arpía – Harpía

por | 24 julio 2016

Eran hijas de Electra y Taumante.  Se crearon como diosas hermosas, pero se convirtieron en seres desagradables y horribles. La parte inferior de su cuerpo es de un buitre, que además posee alas, el torso y la cabeza es de bruja. Sus pelos son gruesos, duros y enmarañados, poseen dientes podridos, no llevan ropa y están envueltas en un fétido olor. Sus garras son afiladas y semi dobladas, cuando atacan con ellas a otros seres los infectan. De su vientre brotan vapores inmundos. Siempre tienen hambre y el sonido al hablar (gritos y cacareos) es muy desagradable. Sin embargo, emiten un canto mágico que es capaz de hechizar a quien lo escucha, sean  humanos o semi humanos y que lo usan cuando se ven atrapadas o quieren atraer a viajeros a sus guaridas. Aunque les gusta molestar a otros seres y a los animales, son muy cobardes si se encuentran solas, pero  a pesar de ello  son muy vengativas y pueden seguir a sus enemigos durante  kilómetros. Su mayor venganza fue con Fineo.

Sus guaridas son cuevas frías, muy húmedas, profundas y sucias. En ellas guardan sus tesoros mezclados con la porquería y desprenden tan mal olor que ningún animales se acerca a ellas. Viven en grupos de 10 o 12 apías.

Eran las encargadas de ayudar a las almas a bajar al purgatorio. Eran bellas, pero transcurrido el  tiempo, se desarrolló en ellas la maldad que las caracteriza. Zeus, las quiso utilizar para su beneficio y mandato

Representaban elementos y poderes misteriosos de la naturaleza, en particular los vientos.

Se conoce a cuatro:

– Aelo o Nicotoe (vientos súbitos y tremendos, tormentas y ciclones). Su misión era rescatar a las almas torturadas en el infierno. Más tarde, Zeus, la convirtió en una de sus mensajeras.

-Ocipete,  viento veloz

– Celeno, la oscura y la más cruel

– Pogarde, hay una leyenda que cree que esta arpía se unió al dios Céfiro (dios del viento) y engendraron a varios caballos, entre ellos a Janto y Balio, los caballos de Aquiles, veloces como el viento; Flogeo y Harpago, caballos de los Dioscuros