Talismán religioso muy antiguo, que representa una pequeña y arcaica estatua de madera. Su descripción nos habla de una pequeña estatua femenina, de madera tosca y rígida, con un lanza en una mano y un huso y una rueca en la otra.
Según la tradición esta estatua cayó del cielo en Troya, donde los troyanos la veneraban como penates (dioses del hogar) que les portaban protección como pueblo. Cuando los griegos destruyeron Troya, Anquises, en su huída se llevó talismán para salvarlo de los griegos.
Se asentaron en Italia y fundaron dos ciudades: Lavinia y Alba Longa. Allí se asentó Julo, llevando el talismán.
Con el tiempo el Paladio pasó de Alba Longa a Roma (ciudad fundada por Romulo y Remo) y se conservó durante todo el Imperio Romano.