Marsias

por | 20 enero 2014

Viejo sátiro, hijo de Eagro, o de Olimpo o del río Meandro.

Cuenta la leyenda, que Atenea, había fabricado una flauta y la había tocado en un banquete con los dioses. Aunque complacido a todos, Hera y Afrodita, apenas podrían contener la risa.

Intrigada por esta reacción la diosa se dispuso un día a tocar la flauta, a la orilla de un río. Mientras tocaba observó su reflejo en el agua y al ver su imagen con el rostro amoratado y los carrillos hinchados, se horrorizó tanto, que lanzó su flauta al río. Marsias la encontró y cuando puso su labios en ella, salió un hermosa melodía. Unido al cortejo de Cibele, el sátiro recorrió toda Frigia. Gustaba tanto su melodía, que decían que su música era mejor que la de Apolo con su lira.

Su soberbia por su éxito, llegó a tal punto que desafió al dios Apolo en un certamen Apolo, aceptó el reto pero com una condición: el vencedor podría hacer lo que quisiera con el vencido.  El jurado lo formaron las nueve musas

Ganó el dios, pues Marsias no pudo hacer lo que Apolo había hecho: tocar la lira en  posición invertida. Como castigo por su atrevimiento, fue colgado de un árbol y desollado vivo. Del llanto que se originó por su muerte, se formó un río llamado Marsias.

Otra versión cuenta que Apolo se había arrepentido del castigo, infligido a Marsias y había roto su lira y transformado al sátiro en el río que lleva su nombre