Dios de la muerte y señor del reino de los muertos y del infierno. Hijo de Cronos y Rea, hermano de Zeus y Poseidon. Cuando Zeus derrocó a Cronos, repartió el mundo entre él y sus hermanos, a Hades le correspondió el mando sobre el mundo subterráneo, al cual le puso su mismo nombre: Hades.
En este mundo, desolado y triste y alejado del mundo de los vivos, iban las almas de las personas muertas y su función era evitar que éstas abandonaran su morada, para ello lo ayudaba varios súbditos, entre ellos Caronte (el barquero).
Aunque supervisa algunos castigos, él no se ocupa de torturar a los muertos. Además de la ayuda de Caronte (el barquero) y Cerbero (el perro guardián), cuenta con tres jueces: Eaco, Minos y Radamantis, y las Erinias, son ellos los que se encargan de juzgar a los muertos.
Aunque fue representado como un dios triste y terrible, no se consideraba alguien malo. Se le representaba en un carro de oro sosteniendo el cuerno de la abundancia (riqueza), con barba y cabellos largos y blancos y con un casco de tres puntas, que utilizaba como arma y guía de las almas hasta su morada final. Poseía un casco, regalo de los cíclopes, que lo hacía invisible.
Raptó a Persefone para convertirla en su esposa y reina del inframundo. Para que no pudiera salir de inframundo, le dió de comer un granada, aquel que la comía no podía abandonar el Hades.
Tuvo relaciones con la ninfa Mente y Leuce, a las que Persefone, celosa, las convirtió en planta de menta y un sauce blanco, respectivamente.
Intervino en varios mitos o leyendas: el rapto de Persefone, el mito de Heracles, cuando éste quiso llevase al perro Cerbero, y el mito de la ninfa Mente.