La historia de las legiones que desafiaron a Aníbal
Las legiones malditas (Trilogía Africanus)
Publio Cornelio Escipión, que pasaría a la historia con el sobrenombre de Africanus, sólo tenía 26 años cuando aceptó comandar las tropas romanas en Hispania. Poseedor de las cualidades militares de su padre, y su tío, el joven Escipión también heredó a algunos de los feroces enemigos de éstos, como Asdrúbal, el hermano de Aníbal, o el general púnico Giscón, quienes planeaban derrocar a su ejército en el campo de batalla. Sus opositores también le acechaban en el mismísimo Senado de Roma, donde el todopoderoso Quinto Fabio Máximo, detractor de la familia de los Escipiones desde tiempos atrás, logró forzarle, una vez concluída la campaña en Hispania, a aceptar la demencial tarea de liderar las legiones V y VI que permanecían desde hacia tiempo olvidadas en Sicilia. Estas eran unas legiones malditas, constituidas por los soldados supervivientes a Cannae, las más humillante derrota de Roma ante Aníbal. En el exilio, las legiones habían perdido el sentido del deber, la disciplina y toda esperanza de regresar a la patria. Con esta maniobra, Quinto Fabio Máximo creía abocar la último Escipión de la estirpe a una muerte segura. Lo que Fabio Máximo no podía prever era que el joven Escipión y sus legiones malditas estaban llamados a cambiar el curso de la historía.
Es un fascinante relato que recrea no solamente un momento decisivo de la expansión del imperio, sino tambíen la vida cotidiana en el esplendoroso mundo de la antigua Roma. Las legiones malditas es una trepidante novela sobre la guerra, el amor, la envidia, la amistad y la superviciencia y nos hace cómplices y testigos de las batallas, conquistas y derrotas del Africanus y sus ejércitos.