Deidad egipcia, símbolo de vida eterna, que creían que se creaba así mismo y era la imagen de la transformación constante de su mitología. Le atribuían el poder de la auto creación.
Se le representaba como un escarabajo pelotero, que empujaba un disco solar por el firmamento (Ra), o bien, como un hombre con cabeza de escarabajo, el cual, alguna veces, portaba un cetro o tenia el animal sobre su cabeza.
Se decía que la tierra era el resultado de un escupitajo de Jepri, ya que éste era el comienzo de todas las transformaciones que experimentan los seres vivos, desde que nacen hasta que mueren, y en el renacimiento podía pasar las pruebas del Mas Allá.
Los egipcios lo relacionaron con el escarabajo, porque observaron que este animal, pone sus huevos en el estiércol, forma una bola y la va arrastrando hasta su hoyo, en el suelo, donde lo deja caer, y del que después salen las crías. Está observación les hizo creer que este animal se auto creaba así mismo.
Con la imagen de este animal, se confeccionaban amuletos que se usaban en los rituales funerarios, por su fuerte significado de vida eterna, y estaban destinados a ser pesados contra la pluma de Maat. Se colocaban en el corazón de los difuntos, durante el ritual de momificación. Cuando estos amuletos se portaban en vida, la persona disfrutaba de una protección contra del mal (invisible o visible) y recibía vida, poder y fuerza. Cuando lo portaban los difuntos, era símbolo de regeneración y renacimiento en el Mas Allá..
Estos amuletos, tenían grabados, en la parte inferior, varios signos egipcios reales. En el centro aparecía la imagen de Ra, en forma de halcón, como protector del faraón; porta el báculo real, (bastón con el final curvo), que alude poder y un flagelo que representa el poder militar del faraón y la ureaus (la diosa cobra Uadyet, que representaba el Alto Egipto). Bajo los pies de Ra, aparece el disco solar.
Jepri, fue visto como un aspecto del sol mismo, particularmente del sol del amanecer, cuando emerge del inframundo. Estuvo relacionado con Atum, que era le sol poniente, con Nefertun que era el recién nacido y con Ra que era el sol diurno
Posteriormente en los textos funerarios, Jepri y Atum se fusionaron. Se representaba en un escarabajo con cabeza de carnero, que era la expresión de poder de la vida sobre la muerte.