Procris

por | 8 febrero 2014

Hija de Erecteo y Praxitea (reyes de Atenas). Se casó en Cefalo (hijo de Deyoneo) a quien le juró serle fiel hasta el día de su muerte.

Eos, vio a Cefalo y se enamoró de él, ofreciéndose a su amado, pero éste no le correspondió, quería ser fiel a su mujer, Procris, como habían jurado el día de su boda.

Eos, no se rindió y le convenció de que su esposa, le sería infiel a cambio de un buen precio. Cefalo quiso comprobarlo y con la apariencia de otro hombre, sedujo a  Procrtis, con numerosos regalos y a cambio de una corona de oro, Procris accedió a acostarse con él, rompiendo así el juramento.

Avergonzada, escapó y llegó a Creta, donde el rey Minos intentó seducirla. Le dio dos regalos que había recibido de la diosa Artemisa: un perro de caza, Lecape, y una jabalina que jamás erraba el tiro. Procris, aceptó los regalos pero, disfrazada de jovencito, escapó de la ciudad y volvió a su lugar natal.

Se dedicó a la caza y un día se encontró con su marido en el bosque, que no la reconoció. Se enamoró de la jabalina y del perro y le propuso que se los vendiera. Procris, accedió a ello, pero el precio que le pidió, era que se acostara con ella. Cuando Cefalo accedió, ella le reveló su identidad y le pidió perdón. Se reconciliaron y tuvieron un hijo, Arcisio.

Eos, cuando se enteró de la reconciliación de Cefalo y Procris, los maldijo, maldición que fue escuchada por Artemisa, que estaba enojada de que sus regalos fueran traficados de forma tan inmoral y como castigo, sembró la semilla de la desconfianza en el corazón de Procris.

Empezó a sospechar que su marido, seguía encontrándose con Eos y sus sospechas aumentaron, cuando oyó, por los comentarios de sus vecinos, que había escuchado a Cefalo, que en medio del bosque cantaba unos himnos a la aurora. Para comprobarlo, por si misma, al día siguiente, se escondió en un arbusto y escuchó el himno que Cefalo estaba cantando, creyendo que de esta manera estaba seduciendo a la aurora. La tensión del momento hizo que el arbusto se moviera y Cefalo, pensando que detrás de éste, se encontraba un bestia que estaba agazapada, para atacarlo, se asustó y lanzo la jabalina, atravesado a Procris y causándole la muerte.