Hijo de Hermes y Climene o según otras versiones de Faetusa. Era el auriga de Enomano.
Con su ayuda ganaba todas la carreras, que éste imponía a todos los pretendiente de su hija, Hipodamia, debían ganarlo para obtener su mano.
Cuando Pélope, un pretendiente mas, ofreció a Mirtillo una gran cantidad de dinero mas pasar una noche con Hipodamia, de la que estaba enamorado, para que saboteara el carro de Enomano, Mirtillo no lo pensó y traicionó a Enomano. Cambió las clavijas metálicas que ajustaban el carro por unas de cera. En la carrera se rompieron y Enomano murió.
Cuando Mirtilo fue a reclamar su recompensa, Pelope lo mató, empujándole al mar; aunque se cree que el motivo de su muerte fue, que intentó violar a Hipodamia, cuando esta se encontraba sola.
Antes de morir, Mirtillo, maldijo a Pelope y a sus descendientes y su maldición, provocó las desgracias de su familia.
Hermes lo transformo en constelación, pero se dice que su alma vagaba por el estadio de Olimpia, asustando a los caballos y provocando accidentes, por lo que los aurigas antes de las carreras, le ofrecían sacrificios en su honor.