Melampo

por | 9 noviembre 2014

Famoso adivino y curandero, que se convirtió en el favorito Apolo. Hijo de Creteo e Idomene y hermano de Biante. Le llamaban “el pies negros”, pues cuando nació se quedó dormido al sol y se le quemaron las plantas de los pies. Su padre lo envió, junto con  su hermano, al campo, donde vivieron y crecieron juntos.

Delante de su casa, se alzaba un roble donde había un nido de serpientes, Melanpo se divertida con estos animales. Cuando un día los trabajadores dieron muerte  a los animales, Melampo sintió una gran pena por ellos. Enterró a los padres y se llevó el nido a su casa donde cuidó de las crías. Un día, mientas Melampo dormía, las serpientes que ya estaban criadas, se le subieron encima y le lamieron las orejas, Melampo se despertó y asustado comprobó que entendía el lenguaje de los animales, Desde este momento se convirtió en un gran adivino que podía predecir el futuro.

Hay varios mitos sobre su persona.

– Ayudó a su hermano, Biante, a robar el ganado de Ificles, misión que  Biante tenia que llevar a cabo, para conseguir la  mano de Pero, hija de Neleo, de la que estaba enamorado. Melampo fue descubierto y encarcelado. Al cabo de un años de estar en  prisión, oyo a unas carcomas que trabajaban y hablaban entre si .Conocedor del lenguaje de los animales, entabló una conversación con ellas y les preguntó como estaban las obras de destrucción, la respuesta de ellas fue que les quedaba más o menos una hora. Melampo, llamó a voz en grito al carcelero y le pidió que lo trasladara a otro edificio, pues en e que estaban se derrumbaría en breve. Apenas salieron el edificio de derrumbó, quedando en ruinas.

Enterado el rey Filaco de esta noticia y del don profético de Melampo, se dio cuenta que tenía a un excelente adivino entre rejas, mandó que lo liberarán y lo llevaran a su presencia. El rey tenía un hijo, Ificles, que de niño estaba sano, pero al crecer, por una misteriosa circunstancia, perdió toda la vigorosa salud y jamás se había recuperado. Le prometido darle todas las reses a Melampo, si éste era capaz de curar a su hijo. Melampo le prometió al rey que investigaría su caso.

Sacrificó a Zeus dos toros y contándoles en pedazos convocó a todas las aves al festín. Preguntó todas si sabían la cura de la dolencia del muchacho , ninguna le supo dar una respuesta positiva, solo un buitre le dijo que quizá su padre, que  era muy mayor y se había quedado en el nido, podía saberlo. Melampo envió mensajeros al nido y el buitre no tardo en comparecer.

A la pregunta de Melampo, le contó los siguiente: un día que Filaco estaba en el bosque cortando leña, se le acercó su hijo y el padre en broma y para asustar al muchacho, tiró el hacha contra un árbol, con tanta fuerza que se quedó clavada en él, sin que la pudieran sacar. El espanto que tuvo Ificles le paralizó los miembros y ahí radicaba su enfermedad. El buitre le dio el remedio para curarlo, Melampo debía encontrar el hacha, raspar el orín y dárselo a beber a Ificles, mezclado con el vino, durante 10 días. Melampo siguió las instrucciones del buitre y sanó al muchacho. El rey cumplió su promesa y el regaló el rebaño, éste a su vez se lo entregó a su hermano, para que ludiera casarse con la hija de Neleo.

– Petro, rey de Tirinto, tuvo 3 hijas, las cuales eran muy impías y orgullosas, Un día entraron en el viejo templo de la reina de la diosas, y se burlaron de que fuera tan sencillo y  austero, cuando en su casa todo era fastuoso y ostentoso, La dios no permitió que su santuario fuera ultrajado y castigó a las doncellas enviándoles una terrible locura: hizo que se creyeran que eran vacas y se pasaban los días corriendo  a través de los campos, mugiendo. Pero llamo a Melampo para pedirle  ayuda. Éste le pidió a cambio un tercio de sus dominios, a lo que el rey se negó, considerando que era un precio muy alto. La consecuencia fue, que las doncellas se volviera más furiosas y su locura se contagio a las demás mujeres del pueblo, que matando a su hijos, abandonaron el hogar, mugiendo como vacas. Acosado por el miedo, Petro. Volvió a llama a Melampo y consintió en darle un tercio de su territorio, pero Melampo le pidió otro tercio para su hermano. El rey, aún pareciéndole un precio muy alto, accedió, temeroso de que Melampo añadiera algo más.  Ayudado por unos jóvenes, fue ahuyentando a las locas criaturas cerca de  Sidon. Una de las hijas del rey murió, las otras se curaron cuando Melampo pudo apaciguar a la diosa.

El rey, agradecido, además de dales las tierras prometidas, les dio la mano de sus hijas, a las que tomaron como esposas

Melampo, se convirtió en un rey poderoso y en su descendencia se perpetuo el don de la profecía