voz latina
Eufemismo romano para designar al ser de los difuntos, de algún modo viviente pero separado del mundo nomal. Equivale a benévolos (como las Erinias griegas). Antes de la Eneida debía de empezar a aplicarse el término en el sentido de «demonio» o «genio» de una persona viviente o difunta. Siempre se usó en plural, incluso al popularizarse su empleo para designar el alma de determinados individuos diferentes. Sombras o almas de los muertos.
bibliografia diccionario enciclopédico Salvat Universal 15º ed 1981