Hija de Altea y Eneo o Dioniso o Dexameno.
A la muerte de su hermano, Melegrao, sus hermanas lamentaron su muerte en su tumba y Artemisa, las convirtió en pájaros ; sólo Deyanira y su hermana Gorge conservaron la forma humana, gracia a la intervención de Dioniso.
Deyanira, aunque era una princesa, conducía su propio carro y practicaba el arte de la guerra. Ella quería para casarse el pretendiente más fuerte de todos, por lo que no aceptó el compromiso que su padre había adquirido con el temible dios-río Aqueloo, no quería tener nada que ver con un pretendiente que se podía convertir en serpiente o toro.
Heracles luchó con Aqueloo por la mano de Deyanira y lo derrotó, casándose con éste, que se convirtió en su tercera esposa. Tuvieron una hija: Macarla y un hijo: Hilo.
Después de la boda, se marcharon de viaje. All cruzar el río Euneo, el centauro Nesso, que era el barquero, cautivado por su belleza, intentó forzarla. Heracles que desde la otra orilla los estaba observando, le disparó una flecha al pecho, envenenada con la sangre de la Hidra de Lerma. Antes de morir, Nesso, le contó a Deyanira que aquella sangre, le aseguraría el amor de Heracles para siempre. Deyanira sin saber que el centauro la engañaba guardó un poco de este venero.
Cuando Heracles la dejó por su nueva amante, Yola, untó su túnica con un poco de la sangre que había guardado. Cuando Heracles se puso la túnica, ésta se quemó con llamas reales a con el calor del veneno, provocándole una muerte lenta pero dolorosa.
Deyanira, al ver los que había provocado se suicidó, bien ahorcándose o apuñalándose en el pecho.