Bona Dea

por | 1 diciembre 2013

 

Diosa de la fertilidad, la castidad y la salud. Conocida también como Fauna o Maia. Hija del dios Fauno. Se la representa sentada en su trono y portando una cornucopia. Su atributo era la serpiente, por ser este animal símbolo de curación.

Al estar vinculada con el poder de sanar, acudían a su templo, situado al pie del Aventino, muchos enfermos, buscando tratamiento, que la mayoría de las veces consistía en la aplicación de unas hierbas medicinales. Su culto era practicado tanto por plebeyos, como esclavos, libertos o mujeres

Cerca del templo, en un bosque sagrado, se realizaban sus ritos, en el que solo podían participar mujeres, y doncellas. Estaba prohibida la participación de varones. No se podían mostrar ni figuras, ni pinturas de hombres, ni animales machos. Eran dirigidos por la esposa de algún magistrado , asistida por las sacerdotisas vestales. El recinto se adornaba con flores y plantas, a excepción del mitro, planta prohibida en estos ritos.

Hay dos leyendas sobre el mito de Bona Dea. Una de ellas cuenta que su padre, Fauno, se enamoró de ella, pero la muchacha, imagen de la castidad, se negó a acceder a sus deseos, incluso después de embriagarla. Provocó en Fauno tal ira que la flageló con una vara de mitro, sin conseguir su propósito. Finalmente lo consiguió transformado en serpiente.

En la otra la presentan como esposa de Fauno. Era una mujer muy hábil y muy pudorosa, apenas salía de sus aposentos y no conocía hombre que no fuera su marido. Un día encontró una jarra de vino y se la bebió, provocándole un estado de embriaguez. Cuando al llegar Fauno y la encontró en este estado, fue tal su  enfado  que con una vara de mitro, le pegó una paliza con tal brutalidad, que le provocó la muerte. Lleno de remordimientos, le tributó honores divinos.