Admeto

por | 17 noviembre 2013

Rey de Feras, en Tesalia.

Apolo, expulsado del Olimpo, halla protección en Admeto que le convierte en pastor de sus rebaños. En agradecimiento, el dios le consigue de las Morias que se pueda librar de la muerte si otro mortal se presta a sustituirle en el trance. Merced a la ayuda de Apolo, alcanza también la mano de Alcestes, que su padre Pelias había jurado conceder a quien fuese capaz de unir en un sólo carro a un jabalí y a un león. Pero Admeto no había hecho ningún sacrificio a Artemis, por lo que la diosa lo hiere con sus flechas. A punto de morir, ruega inútilmente a sus amigos y a sus padres,  ya ancianos, que se presten a sustituirle: sólo su  esposa, Alcestes, acepta este sacrificio. Proserpina, ganada por tanto amor, libra del Hades a Alcestes, para entregarla de nuevo a su marido, A decir de Eurípides, es Hércules la divinidad que rescata a Alcestes. .